Amar cual tormenta.

Cuando el amor se desata como una tormenta, no hay refugio ni calma, solo la intensidad de sentir.

"Mi amor es como el de una tormenta, donde cada emoción es un rayo y cada beso un trueno, en su ojo, encontramos la pasión que desafía la serenidad."

"Te observo partir con nada más que tu sombra,

sus pasos entrelazados, irreconocibles,

su dolor que esconde, ahogado por el murmullo de los autos.

Desde aquel instante,

cada día,

en el rincón solitario de nuestro refugio,

siento tus dedos, aunque estés lejos,

como espinas en mi piel,

anhelando más,

mi amor por tí es como una tormenta.


Tus juegos a veces son crueles,

si tengo que encontrarte a tí en vez de a mí misma,

sé que el próximo rayo arderá.

La realidad, por primera vez, me ha tocado,

si no puedo verte,

como espinas en mi piel,

anhelando más,

mi amor no tendrá sentido.

Yo amo cual tormenta,

Cielo o infierno, tu corazón jamás estuvo destinado a querer.

Búscame,

como espinas en mi piel,

anhelando más,

la tormenta parece que cesa.


Todo tu ser,

lo perdonaré, con un simple susurro al oído.

Ven pronto, te estoy esperando,

que hoy , está lindo para recostarse en el sol."


Un hilo invisible nos une, entrelazando nuestros destinos en el oscuro laberinto del cual escapar se antoja imposible.

Mi corazón danza en los rincones más íntimos y frágiles de mi ser, como un pianista que, al alcanzar el momento sublime, erra una nota, desgarrando la melodía con una disonancia punzante. Es un dolor que resuena profundamente, ¿no es así?

La realidad me golpeó como un rayo de fuego, más ardiente que mil soles, consumiendo las telarañas de mis engaños disfrazados de verdades. Las palabras afiladas fueron como cuchillos que desgarraron la ilusión.

El amor no debería ser esta agonía, me repetía mientras el sol secaba mis lágrimas, dejando un vacío aún más profundo. Perdida en tu mirada, me encuentro atrapada en una tormenta sin salida, prisionera de un pasado que debía haber comprendido mejor que nadie.

En mi mundo, tus palabras eran oraciones sagradas. A pesar del eco del odio, siempre encontraba en mi corazón un espacio para perdonar y abrazar el amor, como un acto divino.

Amar como una tormenta, ¿es verdadero amor? Después de nuestras confesiones, reflexiones y largas conversaciones, deseaba que fuera así. Pero al escuchar más, regresaba la náusea, desvaneciendo rápidamente la ilusión de que nuestro amor pudiera desafiar la tormenta.

Cuando creí que el amor no podía ser más puro, reflexioné sobre mi esencia...

Y sin importar cuántas oportunidades brinde, cada perdón parece abrir una puerta para que me lastimes aún más.

Este tipo de amor es como una tormenta. Mientras yo suplicaba que huyéramos juntos, tú soltaste mi mano y desapareciste.

Así quedé, atrapada en el ojo de la tormenta.

La dulce soledad que antes abrazaba, ahora me arrastra de regreso al oscuro abismo. Mi corazón no está hecho para esto. En ese instante comprendí que había invertido demasiado tiempo en el dolor.

Mientras estoy atrapada aquí, parece que la lluvia amenaza con caer mañana. El eco de las gotas en la oscuridad me separa de mi triste realidad y me conecta con la soledad que marca mi ser. Este sonido, similar al de mis lágrimas, resuena como una promesa de muerte en la oscuridad.

Aceptar que la nada es un vacío negro es comprender que, al salir de la oscuridad, la luz ciega a los débiles y los arrastra de vuelta al lugar del cual juraron no regresar jamás.

"¿Qué necesito hacer para ganar tu amor?", preguntabas, mientras cada beso profundizaba mi dolor, aprovechando mi vulnerabilidad, llevándome al límite del odio.

Amar como una tormenta, un torbellino de emociones que nos lleva más allá de nosotros mismos, transformándonos en la misma esencia de lo que sentimos.

Pero ahora veo que ese sentimiento en vos no reside.

Me preocupa seguirte amando.

Cuando digo "Lo siento, vine aquí para amarte",

Eso te importa poco y nada.

En la luna de cristal, sé que nunca debí ser tan vulnerable,

Y tú sabes que el mayor arrepentimiento de tu vida está en juego.

Dejaste de ser vos mismo para convertirte en algo que aborrezco.

Te convertiste en la tormenta.

Y preferiría morir antes que amar así.

Porque el amor verdadero reside en la autenticidad, en saber que uno es amado por lo que es, y en aceptar que nuestra alma gemela no es la mitad que nos falta, sino nuestro complemento perfecto.

"Nos vemos, Visconti." - Keiko Kimura.










































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